Núñez, 12 de octubre de 1947. 25º fecha del Campeonato de Primera División. En el estadio Monumental, River Plate recibió al Racing Club de Avellaneda.
Dos realidades distintas. En Núñez paladeaban un nuevo campeonato. El último de un ciclo histórico. El primer campeonato con Amadeo Carrizo como arquero titular. El último de una gloria como José Manuel Moreno. Que compartía delantera con dos glorias de la vieja Máquina, como Angel Labruna y Félix Loustau. Entre ellos aparecía un crack en ciernes. Era Alfredo Di Stéfano, el Alemán de Barracas.
La Academia estaba dándole forma al equipo que hegemonizará nuestro fútbol desde el año siguiente. Eran tiempos de Saul Ongaro, el rosarino Waldino Aguirre, Octavio Caserio y el Maestro Rubén Bravo.
Aquella tarde, Millonarios y Académicos hicieron un partidazo. Ganó River 4 a 2, goles convertidos por Alfredo Di Stéfano (2), Angel Labruna y Félix Loustau, de penal. Rubén Bravo marcó los goles albicelestes.
En la imagen, el arquero Alberto Leoncio Favalli le tapa un remate a la carrera a Di. El partido estaba aun igualado 0 a 0. Un Buraco en el Tiempo…
